Anticuerpos tras la vacuna contra la COVID-19 en mayores

23 de julio de 2021

Los mayores podrían generar menos anticuerpos. A pesar de ello, la vacunación parece ser lo suficientemente eficaz para prevenir la infección y la enfermedad grave en la mayoría de las personas de todas las edades

vacuna contra la COVID-19 en mayores

Las personas mayores parecen tener menos anticuerpos contra el nuevo SARS-CoV-2 que los jóvenes tras recibir la vacunación contra la COVID-19. Un nuevo estudio de la Oregon Health & Science University (Estados Unidos), que se ha publicado en la revista JAMA, lo recoge así.

“Las personas mayores podrían ser más susceptibles a las variantes que los individuos más jóvenes”, reflexiona al respecto el autor principal del trabajo, el doctor Fikadu Tafesse.

Tafesse y sus colegas destacaron que, aunque midieron una menor respuesta de anticuerpos en las personas mayores, la vacuna aún parecía ser lo suficientemente eficaz para prevenir la infección y la enfermedad grave en la mayoría de las personas de todas las edades. “La buena noticia es que nuestras vacunas son realmente potentes”, detalla.

Respuesta inmunitaria a la vacuna en mayores

Los investigadores midieron la respuesta inmunitaria en la sangre de 50 personas dos semanas después de su segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19. Agruparon a los participantes en grupos de edad y, a continuación, expusieron su suero sanguíneo en tubos de ensayo al virus SARS-CoV-2 original y a la variante P.1 (también conocida como Gamma) originaria de Brasil.

El grupo más joven, todos ellos de 20 años, presentaba una respuesta de anticuerpos casi siete veces superior a la del grupo de mayor edad, de entre 70 y 82 años. De hecho, los resultados del laboratorio reflejaron una clara progresión lineal de los más jóvenes a los más mayores: cuanto más joven era el participante, más sólida era la respuesta de los anticuerpos.

“La vacuna sigue produciendo fuertes respuestas inmunitarias en comparación con la infección natural en la mayoría de los individuos de edad avanzada, aunque sean menores que las de sus homólogos más jóvenes”, señala Marcel Curlin, otro de los responsables de la investigación.

En su opinión, la vacunación en este grupo de mayores puede marcar la diferencia entre la enfermedad grave y la leve, y probablemente reduce las posibilidades de transmitir el SARS-CoV-2 a otra persona.