Se supera la caída del consumo de medicamentos de 2020
Los medicamentos para el aparato respiratorio y antitusivos junto a las vacunas disponibles en farmacias crecieron el doble en el 22

Los principales elementos diferenciadores del año 2022, en comparación al año anterior, son la recuperación parcial del importante descenso que había sufrido el consumo de antibióticos en el año 2020. También el crecimiento de las vacunas disponibles en las farmacias, en contraste con las de las campañas de vacunación oficiales. También el crecimiento de los medicamentos para el aparato respiratorio y antitusivos, por un incremento anormal de estas patologías fuera de su estación habitual en 2022.
Enrique Granda (Observatorio del Medicamento, FEFE) señala que “como estudio de carácter recurrente, se analiza la evolución del mercado farmacéutico del año anterior (2022) en comparación con el 2021. El objetivo es poner de manifiesto los cambios más importantes desde el punto de vista terapéutico. Algunos están referidos a cambios en las patologías, y otros a la obsolescencia o mejoras en la terapéutica.
Pandemia
Hay que destacar que se normaliza el consumo de tranquilizantes. Habían aumentado mucho durante la pandemia. Otros grupos terapéuticos, como los medicamentos anti acné, o para patologías de los órganos de los sentidos, retroceden. La razón puede ser porque se hayan mantenido hábitos de alejamiento social.
Algunos medicamentos, como los empleados para la supresión tabáquica, han caído en picado debido a la escasa eficacia de los disponibles en 2022. Esta situación podría cambiar con la introducción de otros mucho más eficaces y seguros en el presente año.
Vacunación
El caso analizado sobre las vacunas es paradigmático. Las vacunas que se encuentran disponibles en las farmacias, por no ser financiadas o no incluirse en campañas de vacunación oficiales, han crecido notablemente. Mientras que las vacunas como gripe o neumococo, caen por su falta de disponibilidad. Y todo ello sin que mejoren las tasas de vacunación de las campañas oficiales. Algo que se ha estado poniendo de manifiesto desde FEFE y que tendría que hacer reflexionar a los responsables de salud pública.